martes, 6 de mayo de 2014

RECURSOS PARA PAPIS


Si es importante el diálogo en las relaciones interpersonales, lo es aún más la comunicación entre padres e hijos. Una buena comunicación entre padre e hijos, es una relación que se construye basada en el respeto mutuo, valores más asentados, tolerancia, cariño y confianza.
Escuchar atentamente es el primer paso que nos permitirá conocer qué preocupa al niño y cuál es su estado emocional. Los niños aprenden desde el ejemplo, por eso es necesario que los padres comiencen desde muy pequeños a interiorizar en los niños pautas o normas de una buena comunicación. Cuando existe la comunicación en una familia, seguramente se puede afirmar que existe un compañerismo, una complicidad, y un ambiente de unión y afecto en la casa.
Existen diferentes tipos de comunicación en donde se dan respuestas abiertas y cerradas.
• La respuesta cerrada es aquella que indica que el oyente no ha escuchado ni comprendido lo dicho y tiende a cortar la comunicación.
• Le niega al niño el derecho a sus sentimientos y a expresarlos, demostrando no tener el deseo de aceptarlos ni de comprenderlos.
• La respuesta abierta es aquella que indica que el oyente ha escuchado lo que la otra persona le ha dicho; refleja el mensaje del que habla, de manera que indica que el oyente ha escuchado y ha comprendido los sentimientos que están tras las palabras.
• Reconoce el derecho que tiene la persona menor de edad de sentir y expresar lo que siente, demostrándole que el oyente acepta tanto lo que siente como lo que dice.
Cuando escuchamos reflexivamente a nuestros hijos, reconocemos los sentimientos que están detrás de lo que dicen y de lo que no dicen; esa escucha reflexiva es una especie de espejo en el que el niño se ve a sí mismo con más claridad y en donde se le brinda la oportunidad de hacer una revisión de lo que le preocupa y de sentirse comprendido.
Si escuchamos reflexivamente, nuestras respuestas son abiertas porque reflejan los sentimientos del niño y sus significados
Los expertos coinciden en recomendar pequeños consejos que ayudan a mejorar la comunicación entre padres e hijos. Por ejemplo, en lugar de ordenar, pedir la opinión de los niños y darles la información de forma positiva, aprender a ponernos en su lugar, escucharles con atención e interés, compartir nuestros sentimientos, etc.

A continuación, explicamos más detenidamente algunas de estas sugerencias:



• Observar el tipo de comunicación que llevamos a cabo con nuestro hijo: dediquemos unos días de observación libre de juicios y culpabilidades. Para ello, funciona muy bien conectar una grabadora en momentos habituales de conflicto o de sobrecarga familiar.


• Escuchar activa y reflexivamente cada una de las intervenciones de nuestros hijos: valorar hasta qué punto merecen prioridad frente a la tarea que estemos realizando; en cualquier caso, nuestra respuesta ha de ser lo suficientemente correcta para no menospreciar su necesidad de comunicación.



• Aplazar el acto comunicativo para más tarde si no podemos prestar la atención necesaria en este momento.





• Evitar el empleo del mismo tipo de respuestas de forma sistemática para que nuestro hijo no piense que siempre somos autoritarios, que le hagamos sentir culpable, que le quitamos importancia a las cosas o le damos sermones.


• Cuando decidamos cambiar o mejorar hacia una comunicación más abierta, es aconsejable establecer un tiempo de prueba, como una semana o un fin de semana, terminado el cual podamos valorar si funciona o no y si debemos modificar algo más. Los padres tienen muchas veces los hábitos de conducta muy arraigados y cambiarlos requiere esfuerzo, dedicación y, sobre todo, paciencia.


Información obtenida de: “La forma en la que las personas se comunican, determinará cómo se relacionarán con los demás y con el mundo que los rodea”.Psic. HUGO HERCI.
DECÁLOGO DE LOS PADRES 

• Amarás a tu hijo sabiamente, con corazón e inteligencia
• Recordarás que tú también fuiste niño y joven y pedías para ti comprensión y paciencia.
• Pensarás que tu hijo ve en tu persona, el mejor hombre o la mejor mujer que haya existido, y procurarás no desilusionarlo
• Acompañarás siempre a tu palabra, con el buen ejemplo de tus actos.
• Vivirás con tu hijo sus mejores momentos y también estarás con él en sus fracasos.
• Te ganarás el respeto y la obediencia de tu hijo, siendo respetable en tu propia persona y actos.
• Mantendrás la comunicación abierta con tu hijo, infundiéndole confianza y atención
• Inculcarás en tu hijo valores humanos y morales, viendo en él a un ser humano y no a una computadora que almacene programaciones
• Le enseñarás que la felicidad y el éxito se alcanzan con el esfuerzo, el respeto y generosidad
• Harás de tu hogar un sitio de amor, alegría y perfeccionamiento mutuo.

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